El pasado 17 de julio entraron en vigor las modificaciones a la Ley Antilavado, que tiene modificaciones robustas y que deben de conocer todos aquellos que se encuentran enmarcados en las actividades vulnerables, como son inmobiliarias, notarías, desarrolladores, venta de artículos de lujo, venta de vehículos, entre otros, señaló Fausto Bañuelos, especialista en derecho inmobiliario y régimen antilavado, quien señaló que la principal preocupación del empresariado es que busca cumplir con las disposiciones.
Dijo que si bien en todos los lugares hay susceptibilidad de lavado de dinero, si se reconoce que en destinos donde hay una importante derrama económica pudieran presentarse casos.

