Artesana y maestra de bisutería de corazón, así se define María de la Luz Miranda Muñoz, que a sus 64 años se mantiene activa, ya que ayuda a sus pares a descubrir sus habilidades en la elaboración de accesorios con chaquiras y para generar sus propios recursos.
Recordó que llegó a Cancún hace 26 años y desde hace 23 años imparte cursos de bisutería, en los Centros de Desarrollo Comunitario, hoy conocidos como Cobus, donde con frecuencia se forman grupos y así logra generar un ingreso con el pago simbólico que hacen las alumnas por clase, de igual forma tiene alumnas de la tercera edad de los programas que tiene el DIF Municipal.
Destacó que cualquier espacio que le facilitan las autoridades para dar sus clases lo aprovecha al máximo y sus alumnas favoritas son las personas de la tercera edad, porque no se dan por vencidas, les gustan los retos y exploran nuevas habilidades.
Puntualizó que su mayor satisfacción es poder trasmitir sus conocimientos a sus pares y a las nuevas generaciones, ya que la bisutería es un arte y se logran trabajos extraordinarios, aunque muchas veces no es valorado por los clientes, que consideran caras las piezas, sin detenerse a pensar que el costo de los materiales incrementó, más las horas de trabajo y la parte creativa.
En tanto además de dar clases para obtener un ingreso, aunque no es fijo, ya que dependen de la cuota de recuperación de cada alumna, los fines de semana, atiende su pequeño local, en el parque de Las Palapas, junto con su compañera.
Como en todo tienen días con buenas ventas y en otras ocasiones baja considerablemente, como ahora, que las familias están concentradas en el regreso a clases y en los últimos días de vacaciones.
Invitó a los adultos mayores a que si tienen curiosidad de aprender alguna manualidad, un oficio, algún deporte o experimentar algo nuevo, que nada los detenga y se arriesguen a enfrentar los retos y disfrutar de la vida.

