Las drogas están cada vez más al alcance de niños, adolescentes y jóvenes, por lo que se tienen que reforzar las acciones y estrategias de prevención, así como brindar las herramientas necesarias a los padres de familia y docentes para identificar las señales de alarma.
Alfredo Hatchett Anaya, del Centro de Integración Juvenil de Cancún, destacó que un primer paso es evitar poner la etiqueta de adicto a los adolescentes cuando se les encuentra alguna sustancia, ya que pueden iniciar la fase experimental y se requiere de una intervención asertiva.
Explicó que en estos casos es importante establecer límites y responsabilidades, pero sin llegar a los extremos como los reclamos y buscar culpables de la situación, pues es mejor encontrar soluciones y que los papás estén más al pendiente de los hijos.

