La puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar ha agudizado el desabasto de varios medicamentos del cuadro básico y generado mayor demanda de los servicios de salud que ofrecen fundaciones y asociaciones civiles, como en el caso de Fundación Karisma que lleva 12 solicitudes en lo que va del año, mientras que en todo el 2019 registraron esa misma cifra, de acuerdo a la gerente Isabel Arroyo.