Por Susana Pérez
Alberto Camacho Sierra es ingeniero civil, tiene 68 años y vive solo, ya que desde hace seis años no ve a sus hijas y a su ex esposa.
Es originario de la Ciudad de México y llegó hace dos años a Cancún y tenía empleo, pero hace un mes se quedó sin trabajo, debido a que la empresa en la que laboraba no le pagó lo justo y sigue en espera que le paguen.
Ante la necesidad de un empleo, acudió a la jornada de ” Ven y Empléate Itinerante” que se realizó en el Parque de las Palapas con la esperanza de ser promovido.
“Tengo prácticamente un mes sin trabajo y estuve en una empresa, pero tristemente no nos pagaron lo que debería de ser, sigo esperando que se acomoden los números y me paguen algo de que corresponde”
Señala que podría trabajar en alguna otra actividad distinta a su profesión.
“Afortunadamente desde pequeño mi padre me enseñó que mientras mis manos y mi cuerpo funcionen puedo trabajar en lo que sea, mientras que sea un trabajo honesto y no tenga que salir a robar ni pedir prestado puedo trabajar por mí mismo y es lo que he hecho”, afirmó.
Don Alberto vive solo, pero eso no le preocupa, ya que dice estar en paz y además que Dios lo acompaña.
” Porque vivo en paz conmigo mismo y con una tranquilidad que mucha gente ya quisiera, soy autosuficiente hasta el día de hoy, no sé por cuánto tiempo, mi cuerpo está sano y sigo con la idea de seguir aportando y seguir trabajando para el bien de mi persona y de la comunidad donde yo me desarrollo”, dijo.
Por ahora, don Alberto vive de sus ahorros que estuvo haciendo para comprarse una moto, esto, porque el transporte público le parece un poco problemático.
Sin embargo, ese ahorro se lo ha ido “comiendo”.
” El pequeño ahorro me lo he estado comiendo para tener con qué pagar mi renta, mis gastos principales y necesarios”, explicó.
Don Alberto señala que como fue empresario no tuvo derecho al Seguro Social y tampoco pudo tener una pensión.
” Durante toda mi vida fui empresario, tuve un par de empleos, el antepenúltimo fue con el ingeniero Carlos Slim y luego trabajé con un par de empresas con las que acumulé un par de semanas, pero no llego a las 500 semanas que pide el seguro social, yo me voy a morir trabajando”, resaltó.
De no encontrar un empleo formal trabajará como cerillo, lavará carros, pero su fe lo sostiene y señala que los tiempos de Dios son perfectos y jamás ha perdido su fe.
Afortunadamente es sano y todos los días se ejercita y cuida su alimentación, por lo que recomienda a los adultos mayores a cuidarse
” Que se mantengan sanos, que salgan a hacer ejercicio, que no se dejen caer, si uno se deja apolillar se va a apolillar, la polilla no perdona a nadie, si usted se levanta y se quita la polilla si sale a caminar, pero si se deja apolillar y se lamenta sus heridas y sus recuerdos no va a vivir “, exclamó.
Uno de sus sueños es ser locutor, actividad que haría sin importar el horario y aunque no le paguen
Ha tocado puertas en algunas estaciones de radio, pero sólo le dicen que luego lo llamarán y eso no pasa.
” Me encantaría tener un programa de radio y ayudar a las personas de la tercera edad y dar consejos de vida y seguir demostrando que mientras uno tenga capacidad y la mente sana y limpia puede uno trabajar en lo que sea”.