Por Susana Pérez
Margarita del Socorro Canul Chan pertenece al grupo de Mujeres Emprendedoras del Instituto Quintanarroense de la Mujer desde hace cinco años.
Tras una crisis en su matrimonio, llegó a esta institución para pedir ayuda psicológica y se dio cuenta que había la posibilidad de poder vender sus manualidades en las ” Ferias de Manos Emprendedoras”.
“Pasé una situación con mi pareja y buscaba ayuda, fui al DIF y no busqué la ayuda allá y alguien me dijo que fuera al IQM y vine y me dieron una terapia y la asesoría; y la terapia que ayuda mucho y escuché lo de manos emprendedoras”, comentó.
A sus 60 años, reconoce que para sobrellevar los problemas es necesario ocuparse.
El hacer sus manualidades le permitió enfrentar la pandemia y tener un ingreso económico al hacer cubrebocas.
Pero recuerda que también laboró dos años como camarista en Isla Mujeres.
“Anteriormente trabajé como dos años en la hotelería de camarista en Isla Mujeres y me casé y me dediqué a mis hijos”, recordó.
Reconoce que se dedicó a cuidar a sus cuatro hijos que ahora le han dado dos nietos, pero en ese tiempo también trabajaba como modista, haciendo uniformes escolares cuando estaba libre de las actividades del hogar y aunque tiene el apoyo de su esposo, ella deseó trabajar para tener sus propios recursos y por eso aconseja a las mujeres a prepararse.
“Pues que no se dejen, que aprendan, nunca es tarde para aprender, si hay que ir a la escuela y tienen tiempo y las posibilidades deben de ir, superarse y no esperar que le den y eso me hace sentir mal”, mencionó.
Doña Margarita no quiere quedarse inactiva y aunque sus manualidades las vende, sabe que debe actualizarse para ver lo que desean los clientes.
Se dice feliz y desea viajar a Italia, por ahora busca tener sus ingresos propios.
“Sí me gustaría disponer de mi propio dinero, es lo único que no tengo, pero ahí vamos”, dijo.